Sarna canina

Una de las infecciones mas comunes de la piel de nuestro perro es la sarna sarcóptica causada por el ácaro sarcoptes scabiei variedad canis y es altamente contagiosa entre perros de todas las razas. Estos ácaros, de dimensiones microscópicas (¼ a ½ milímetro), prefieren la piel con poco pelo, por eso es mas frecuente sobre orejas, codos abdomen y tarsos. A medida que la enfermedad avanza los pelos se caen y toman grandes áreas del cuerpo.
Este parasito afecta primariamente al perro pero pueden atacar a otras especies como gatos, zorros y seres humanos.
El parásito Sarcoptes scabiei excava túneles en la piel y ahí coloca sus huevos, completando su ciclo de vida que es de 17 a 21 días.
El periodo de incubación varía desde 10 días a 8 semanas dependiendo del nivel de exposición, lugar del cuerpo y número de ácaros transmitidos.
Los perros de todas las edades, sexo y razas pueden contagiarse sarna, pero los cachorros y perros gerontes son más susceptibles a la infección debido a que las defensas orgánicas son más débiles en estas etapas.
La sarna se disemina con notable rapidez y en pocos días puede estar afectado todo el cuerpo de nuestro perro y presentando lesiones costrosas, falta de pelo, seborrea con intensa picazón que lleva a excoriaciones con sangrado y aumento de tamaño de los ganglios linfáticos.

Nuestro perro demuestra un estado de aflicción muy grande debido al rascado constante.
Si tenemos un contacto estrecho con perros afectados de sarna podemos presentar ronchas muy pruriginosas (que pican mucho) en abdomen y brazos luego de 24 horas de haber estado con el animalito enfermo. La picazón es intensa, especialmente durante la noche, en la cama, cuando la piel esta caliente.
El parasito permanece, por lo general, solo unos pocos días sobre nuestra piel y las lesiones desaparecen solas sin ningún tratamiento en 12 a 25 días si fueron pocos los parásitos que colonizaron nuestra piel y el contacto con el animal ya no sucede de lo contrario podría persistir durante más tiempo pero sin EXTENDERSE ni reproducirse. POR LO TANTO LA SARNA DEL PERRO NO ES CONTAGIOSA AL SER HUMANO.

La prevención consiste en mantener a nuestro cachorro perfectamente bañado con champúes antiparasitarios y con una alimentación adecuada para su edad.
Si lo hemos adoptado después de haberlo encontrado en la calle, requiere aún mayores cuidados por la posibilidad de que haya estado en contacto con otros perros infectados de sarna.
El Diagnostico de sarna se hace a través de un raspado de piel que realiza nuestro veterinario y que observará al microscopio la presencia o no de los parásitos. Muchas veces es dificultoso encontrarlos en un solo raspado y es necesario realizar varios en distintas partes de las zonas lesionadas.
Tengamos en cuenta que esta es una enfermedad muy contagiosa y si tenemos otros perros o gatos, deberán ser tratados.
El tratamiento que realizo consiste en la utilización de Champúes antiseborreicos asociados con una solución acaricida cada 7 días. En los últimos años se ha incorporado a la terapia de la sarna, la ivermectina que da resultados notables en el tratamiento de esta enfermedad en perros y gatos. Esta droga NUNCA debe ser empleada en Collies o Pastores Ingleses o sus cruzas.



Cabeza y oreja de un perro afectado por sarna Sarcóptica visto desde arriba

Dr. Roberto Serviddio

Etapa previa y desarrollo del parto en nuestra perra


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El primer paso a seguir es la visita al veterinario, que es indispensable para las perras primerizas y las hembras con riesgo. Esta visita deberá efectuarse durante la octava semana de gestación. El examen ginecológico de la perra permite descubrir los eventuales problemas que pudieran surgir en el parto.

Las radiografías abdominales durante la última semana pueden ser útiles para contar el número de fetos con mayor precisión que la ecografía. También permite detectar eventuales anomalías que a menudo son causa de distocias, como la estrechez de la pelvis ósea, las momificaciones fetales o incluso las desproporciones fetomaternas. Eventualmente, una ecografía del útero ayudará a apreciar la vitalidad de los cachorros mediante la visualización de los latidos cardíacos.

El cambio en el comportamiento de la perra es una constante en la semana previa al parto.
Recoge diferentes objetos para hacer su nido, busca un lugar tranquilo o, por el contrario, busca la compañía de su amo. La disminución del apetito, la constipación y el desarrollo de las mamas son signos inconstantes, sobre todo en las perras de primera parición, en las que la producción de leche puede comenzar el día del parto y a veces en los días que siguen al nacimiento.

En los tres días anteriores al parto, la vulva se hincha y se relaja por efecto de los estrógenos en sangre. La temperatura rectal baja 1ºC en las 24 hs. previas al parto. Es posible que utilicemos este indicador si tomamos la temperatura de la perra a la mañana y a la noche, durante los 4 días que anteceden a la supuesta fecha de parto. La disminución de 1ºC con respecto a la media de los 4 días anteriores señala la inminencia del parto. Esta hipotermia transitoria concuerda con la caída de la progesterona (hormona encargada de mantener la gestación) en la sangre . Estos dos exámenes reflejan la madurez del feto e indican que el nacimiento puede ocurrir naturalmente o por cesárea sin mayor riesgo para los recién nacidos. Por último, la eliminación del tapón mucoso proveniente del cuello del útero indica la inminencia del parto y precede en algunas horas (24 a 36) como máximo a las primeras contracciones.

Es importante aclarar que , en general, no es necesario que intervengamos en el desarrollo del parto.
A partir del día 59 al día 63 desde la fecundación , aparecen las primeras manifestaciones de parto. Pasado ese tiempo se puede decir que todo el proceso esta entrando en una situación anormal.
Los primeros síntomas del parto son casi imperceptibles como es el nerviosismo , la mirada de la perra hacia sus flancos (por que “detecta” las primeras contracciones) y también la tendencia a aislarse hacia un lugar tranquilo. Puede seguir un periodo de falta de apetito, acompañados con algún vómito. El tiempo de duración de esta etapa varía desde las 12 a las 30 horas.

El encajamiento del primer cachorro en la pelvis provoca contracciones visibles de los músculos abdominales, que completan los esfuerzos de expulsión del útero y que deben terminar en menos de tres horas con la ruptura de la primera bolsa de aguas (alantoides).
La segunda bolsa de aguas (amniótica) que contiene al cachorro, puede aparecer en la vulva (como máximo, 12 horas después de la pérdida de la primera bolsa de aguas). Si la membrana amniótica no se ha roto durante el paso del cachorro, la madre se encargará de hacerlo inmediatamente después de la expulsión. Luego corta el cordón umbilical y lame el tórax del recién nacido, estimulando así sus primeros movimientos respiratorios.

Sería necesario que intervengamos en el caso que el cachorro este presentándose de nalgas, ya que el pasaje es más lento y requeriría la suave tracción nuestra, en un ángulo aproximado de 45 grados hacia abajo y acompañando las contracciones de la perra. Luego que es cachorro es expulsado, tendríamos que verificar si permanece inmóvil. Si así fuera, deberíamos tratar de extraerle los líquidos de las vías respiratorias con una pera de goma para enemas y hacerle movimientos centrífugos que también favorecen la llegada de sangre al cerebro. Si estas maniobras no dieran resultado, habrá que recurrir a los estimulantes respiratorios. Después de unos minutos se liberan los demás anexos que son ingeridos por la madre.

Las expulsiones de los cachorros siguientes se suceden a intervalos que van de pocos minutos a media hora. No obstante, una demora superior a 2 horas entre dos expulsiones indica una anomalía, como una inercia uterina primaria (debido a la fatiga, a una hipoglucemia o a una hipocalcemia) o secundaria a un obstáculo (presentación transversal, encajamiento simultáneo de dos fetos, obstrucción de conducto pélvico). Entonces es necesaria una intervención médica o quirúrgica.


Dr. Roberto Serviddio

El perro y la edad madura



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Nuestro perro, a medida que pasan los años, va experimentando cambios producidos por el envejecimiento. Este fenómeno se presenta en todos los seres vivos y arranca desde el nacimiento mismo y continúa amplificandose hasta la muerte.
A medida que pasan los años vamos observando:

1º una disminución de la protección inmunitaria ( mayor riesgo de contraer enfermedades )

2º una desmineralización de los huesos ( Se torna mas fino y débil )

3º un incremento en la frecuencia de aparición de ciertos tumores, cancerosos o no

4º disminucion de la resistencia al frio,

5º aumento de las insuficiencias renal y hepáticas y cardíacas,

6º deshidratación progresiva. ( pérdida de liquidos )

7º se observa un enlentecimiento de los procesos digestivos.

8º Pérdida de la agudeza visual , sonora y olfativa .

9º la piel se torna mas debil y expuesta a lesiones de diversa índole.

10º un aumento de los depósitos grasos ; el animal es más gordo y no moviliza bien los lípidos;

11º la dentadura puede causar problemas al animal, con la formación de sarro contra el cual habrá que luchar ya que es responsable de inflamaciones e infecciones de las encías que pueden llegar a aflojar los dientes;

12º aumento de la grasa corporal ( El metabolismo comienza a ser deficiente)

Al hablar de un perro geronte, se está considerando un período que se inicia a una edad diferente según el tamaño: 8 años para un perro pequeño, 7 años para uno de tamaño mediano, 6 años para un perro de tamaño grande.

Cualquier deficit alimentario y sanitario puede desencadenar más velocidad en el proceso de envejecimiento, por lo tanto, 1º) en la comida de nuestro perro maduro se respetarán las siguientes condiciones:

· Disminución del 20 % en la cantidad de alimento, para responder a una actividad física reducida y prevenir la obesidad.

· Aumento de la concentración de proteínas del alimento para mantener un equilibrio adecuado y combatir mejor el estrés y mantener su estado defensivo organico en buenas condiciones.

· El contenido de fibras alimentarias tendrá que elevarse, porque asegura una buena higiene digestiva, previene los fenómenos de constipación y reduce el aporte energético del alimento sin tener que reducir el volumen de las comidas,

· El aporte de vitaminas y minerales, especialmente los antioxidantes, para ayudar a las células a combatir el “estrés oxidativo”, proceso asociado al envejecimiento que destruye las membranas protectoras.

· Es importante tener en cuenta el tamaño del perro, tal como se observa en algunos alimentos secos completos: por ejemplo, la adaptación del tamaño de las croquetas lo ayuda a comer a una edad en que sus dientes son cada vez más frágiles, mientras que una digestibilidad alta de las materias primas permitirá prevenir las diarreas y un aporte reducido de fósforo ayudará a trabajar menos al riñón.

· Al hecho de que los perros de razas pequeñas, medianas o grandes no envejecen de igual manera, se suma en el plano nutricional la necesidad de respetar un enfoque por “tramos de edad”, que conduce a alimentos adecuados que se pueden calificar “Adulto (el perro está en plena posesión de todas sus facultades), y “Senior” (el perro está envejeciendo y sus capacidades físicas declinan progresivamente).

· Si queremos prepararle una dieta casera equilibrada deberá contener: (por kilogramo de alimentos):

- carne magra 270 gramos
- hígado 80 gramos
- arroz cocido 400 gramos
- salvado de trigo 160 gramos
- huevo duro entero 80 gramos
-1 cucharada de café de aceite de girasol
-1 cucharada de café de vegetalina de coco
-2 cápsulas de aceite de pescado
-complementos vitamínicos y minerales

2º) En cuanto a las cuestiones sanitarias , tengamos en cuenta lo siguiente:
Control periódico al médico veterinario y realización de un examen de sangre cada 6 meses.
Realización de una ecografía anual para evaluación de los organos internos .

Dr Roberto Serviddio