ENFERMEDADES INFECCIOSAS MAS COMUNES EN GATOS

Panleucopenia viral felina
La panleucopenia felina es una enfermedad altamente infecciosa que, además de afectar al gato, afecta a otros miembros de la familia felina (tigre, leopardo etc.) Esta enfermedad se caracteriza por un grave descenso de los glóbulos blancos y destrucción de la mucosa intestinal, provocando diarrea.
Es provocada por un pequeño virus (parvovirus), íntimamente emparentado con el parvovirus canino.
Tiene una gran resistencia al calor y a muchos desinfectantes. Es capaz de persistir en ambientes infectados hasta por 1 año. La lavandina es uno de los pocos desinfectantes que tienen suficiente actividad viricida contra el virus de la panleucopenia felina.
La gravedad de la enfermedad varia considerablemente de un gato a otro, oscilando desde un leve aumento de la temperatura con decaimiento transitorio hasta una gastroenteritis hemorrágica y deshidratación con descenso dramático de los glóbulos blancos capaz de matar al animal. Los más gravemente afectados suelen ser los gatitos jóvenes que no están vacunados.
Aquellos gatos afectados comienzan con una gran depresión, fiebre y perdida del apetito. Luego se suceden vómitos y diarrea con fuertes dolores abdominales.
La tasa de mortalidad puede variar desde el 30 al 80 %.
El tratamiento es sintomático, es decir, se tratan los síntomas que van apareciendo durante el transcurso de la enfermedad.
Los animales infectados albergan grandes cantidades de virus en la saliva, orina, materia fecal. En las gatas preñadas puede propagarse la infección a través de la placenta.
En los gatos que se recuperaron de la infección, la eliminación de virus puede continuar por varios meses.
La vacunación es el único método efectivo y seguro para la protección contra esta enfermedad.
La primera vacunación se realiza a gatitos de 2 meses con una dosis de refuerzo al siguiente mes y confiere protección por un año. La revacunación se debe realizar anualmente.

Enfermedades virales de las vías respiratorias
Estas enfermedades en su mayoría son causadas por 2 virus: el de la Rinotraqueitis viral felina y el calicivirus felino, no obstante hay otro virus implicado que es el de Pneumonitis felina.

RINOTRAQUEITIS VIRAL FELINA
La vía de contagio natural de este virus es la intranasal, oral y conjuntival. La principal vía de transmisión es sin duda por contacto directo gato a gato. La transmisión indirecta juega un papel importante en la propagación de la enfermedad, como por ejemplo alimentos, utensilios de limpieza. El virus es relativamente frágil fuera del gato, su duración depende de la humedad y la temperatura del medio ambiente.
Es una enfermedad grave de las vías aéreas superiores, particularmente en animales jóvenes. El período de incubación es de 2 a 6 días.
Inicialmente la enfermedad cursa con gran decaimiento, estornudos intensos, falta de apetito y temperatura elevada. Luego sigue una secreción nasal, descarga ocular y conjuntivitis. Es frecuente que haya una salivación excesiva, tos y dificultad respiratoria.
Pueden aparecer úlceras en la boca y desencadenar una neumonía, especialmente en gatitos muy jóvenes con defensas disminuidas.
En hembras preñadas puede provocar abortos.
No es una enfermedad con alta mortalidad, excepto en gatitos jóvenes.
Los síntomas suelen prolongarse por 15 o 20 días.
La vacuna es muy efectiva y viene asociada con la de calicivirus y panleucopenia.
Se aplica a partir de los 2 meses de edad y se refuerza anualmente.

CALICIVIRUS FELINO
Esta es una enfermedad más benigna que la Rinotraqueitis viral felina, aunque en ocasiones, puede originar cuadros más graves.
Existen algunas características que sirven para diferenciarla de la Rinotraqueitis viral felina. Las úlceras en la boca son una característica frecuente en la calicivirosis y, en algunos casos, puede ser el único síntoma de la enfermedad. Estas úlceras aparecen sobre el paladar, lengua y orificios nasales.
El malestar general es menos intenso que en la Rinotraqueitis, lo mismo que los estornudos, las secreciones nasales y conjuntivales. La salivación no es característica de esta enfermedad. Algunas variedades de este virus pueden generar neumonía.
La mejor forma de prevenir la enfermedad es mediante la vacunación a partir de los 2 meses de edad.

PNEUMONITIS FELINA O CLAMIDIASIS FELINA
El agente causal de esta enfermedad es la Chlamydia psittaci. En épocas anteriores era considerado como el agente causal de casi todas las infecciones de las vías respiratorias superiores del gato. Sin embargo, desde que se han aislado los virus de la Rinotraqueitis y Calicivirus felino, resulta más difícil valorar su importancia.
Las clamidias se inactivan con cierta facilidad fuera del gato.
El término Pneumonitis es de alguna forma una denominación incorrecta, porque la enfermedad se caracteriza principalmente por una conjuntivitis persistente y ocasionalmente por una ligera rinitis. Las leves lesiones pulmonares, no son apreciables. La enfermedad suele aparecer en gatitos cachorros, aunque también pueden afectarse gatos adultos.
El periodo de incubación es de 3 a 10 días.
Inicialmente aparece una descarga ocular con gran molestia y conjuntivitis. Al principio, puede ser afectado un solo ojo.
Los gatos más afectados, pueden presentar síntomas más graves y desarrollar lesiones importantes en los ojos como por ejemplo úlceras de cornea y edema conjuntival, tos, estornudos y con muy poca frecuencia alguna alteración pulmonar.
La conjuntivitis puede persistir por 40 días.
Generalmente este microorganismo actúa asociado con el virus de la Rinotraqueitis y el Calicivirus felino.
Esta enfermedad puede afectar al aparato genital de los gatos.
La forma de transmisión de la clamidiasis es por contacto directo, por las secreciones conjuntivales o nasales.
En gatos que han sufrido la enfermedad, son probables las recaídas cuando por diferentes motivos las defensas orgánicas disminuyen (stress)
Las vacunas confieren una buena protección, aunque no es completa.

Leucemia Viral Felina
Esta enfermedad es una causa común de muerte en gatos adultos y está provocada por un retrovirus. Afecta, entre otros muchos órganos, al sistema formador de células de la sangre, ( glóbulos rojos, glóbulos blancos) incluyendo a los ganglios y órganos linfáticos, que son los que regulan el sistema inmunitario. Esta enfermedad puede provocar: Tumores (linfosarcomas) en diferentes partes del cuerpo, anemia, disminución de los glóbulos blancos y disminución de las defensas (inmunosupresión) a tal punto que predispone al gato a infecciones de todo tipo.
El periodo que va desde que el gato se contagia hasta que comienzan los síntomas más graves, es largo. Se estima que este periodo puede durar alrededor de 5 años promedio y se los ve sanos. Sin embargo, mientras tanto, eliminan virus y pueden transmitir la enfermedad a otros gatos. Se propaga a través de la saliva infectada y la placenta de gatas infectadas a los embriones en pleno desarrollo. El virus es destruido con rapidez por la mayoría de los desinfectantes comunes.
Aproximadamente el 80 o 90% delas alteraciones malignas del sistema formador de células de la sangre ( sistema hematopoyético ), se desarrollan en el sistema linfático, provocando linfosarcomas.
Hasta el momento no existe un tratamiento curativo. Solo se administran medicamentos que alivian los síntomas, especialmente antibióticos para combatir las infecciones microbianas oportunistas provocadas por la disminución de las defensas.
En los últimos años, han sido descubiertos otros retrovirus como el Lentivirus Linfotrópico T felino, el Virus formador del sincitio felino y el virus del Sarcoma felino. Entre otros síntomas, provocan un síndrome de inmunodeficiencia.

Peritonitis Infecciosa Felina
La Peritonitis infecciosa felina es provocada por un Coronavirus. Se han descrito dos formas: la forma húmeda y la seca.
Los síntomas iniciales de ambas formas son inespecíficos: aumento de la temperatura, inapetencia y decaimiento. En la forma húmeda, estos síntomas van seguidos por la formación de un liquido en la cavidad abdominal ( ascitis), con perdida de peso y anemia. En algunos gatos puede aparecer liquido en la cavidad torácica provocándoles dificultad respiratoria.
En los gatos que sufren la forma seca de la enfermedad, pueden tener afectados varios órganos y generalmente no aparece liquido en la cavidad abdominal (ascitis)
Los síntomas dependen del órgano afectado. Cuando está alterado el sistema nervioso central, aparece parálisis, desorientación, incoordinación etc.
Cuando lo están los riñones, aparecen síntomas relacionados con una insuficiencia renal.
El ojo puede estar afectado y en algunos casos puede ser el único síntoma presente.
Siempre que haya perdida de peso, inapetencia y temperatura elevada sin una causa aparente justificada, se debería sospechar de Peritonitis Infecciosa Felina.
Se puede presentar en gatos de todas las edades, pero los más predispuestos son los gatos jóvenes ( 2 años) y los más viejos ( 10 años)
El periodo que va desde el contagio hasta que se producen los primeros síntomas es de aproximadamente 100 a 120 días.

Rabia
La Rabia es una enfermedad que afecta al sistema nervioso central de todos los animales de sangre caliente. Está provocada por un Rabdovirus que se excreta con la saliva de los animales contaminados y se transmite por mordedura o heridas.
La rabia, en su curso, se divide en tres fases: el periodo prodrómico, la fase de excitación y la fase paralítica.
El periodo prodrómico suele durar poco tiempo en los gatos ( 1 día) y se manifiesta con un cambio repentino de comportamiento. Aparecen inquietos o deprimidos, escondiéndose en lugares oscuros.
En la fase de excitación, el gato aparece cada vez más nervioso e irritable con mucho peligro para otros animales y personas pues muerde todo lo que encuentra a su paso, inclusive objetos inanimados como sillas, palos etc. Esta fase puede durar hasta 7 días, aunque a veces puede no existir.
La fase paralítica, como su nombre lo indica, se traduce gradualmente en una parálisis generalizada, coma y muerte.
Lamentablemente no existe un tratamiento curativo para esta enfermedad.
La vacunación es obligatoria en casi todos las países, excepto en aquellos en los que está erradicada.
En los gatos se recomienda vacunar a partir de los 3 meses, con revacunación anual durante toda la vida.

Dr. Roberto Serviddio