El destete en el gatito




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El destete es el paso de una alimentación láctea a una alimentación sólida. Constituye una necesidad fisiológica, tanto para el gatito como para la madre. El gatito tiene necesidades nutricionales crecientes, mientras que la lactación comienza a disminuir a partir de la 5ª ó 6ª semana después del parto.

La alimentación láctea se vuelve entonces insuficiente para satisfacer las exigencias de la camada. Paralelamente, el gatito se desarrolla, sus capacidades digestivas evolucionan y su organismo se orienta hacia una alimentación sólida.
A partir de las 4 ó 5 semanas de vida, el gatito comienza a interesarse en el alimento materno y primero empieza por lamer el alimento cerca de la boca de su madre.

El comedero debe ser amplio y poseer bordes bastantes bajos. Por otro lado, cuando el alimento está en forma de croquetas, el tamaño de éstas debe ser bastante pequeño para que los gatitos puedan tomarlas fácilmente en su boca. Cuando el alimento es adecuado, es aconsejable dar a la madre durante la lactancia el mismo que recibirán los gatitos después el destete. Se evitará así sumar al estrés del destete el de un cambio de alimentación. El momento del destete se elige en función de varios criterios, entre los cuales algunos se contraponen: para la madre, un destete bastante precoz evita que sus reservas disminuyan demasiado, principalmente en los casos de camadas muy numerosas; para el gatito, el destete constituye un estrés considerable (cambio del tipo de alimentación, alejamiento del nido materno, etc.), que no conviene anticipar mientras la gata produzca suficiente cantidad de lecha. En la práctica, es posible considerar que se puede comenzar a destetar cuando la velocidad de crecimiento de los gatitos disminuye. Se debe controlar el consumo de alimento sólido de los gatitos. Este consumo debe aumentar de manera regular a partir de la 4ª semana de vida.
Se destetarán los gatitos cuando consuman unos 20 g de materia seca por día, es decir, 25 g de croquetas o 70 g de alimento en lata, lo que generalmente ocurre hacia las 7 ó 7 semanas de edad. Cuando los gatitos han sido criados con biberón, con una leche de reemplazo, durante la semana que precede al período de destete elegido, es conveniente reducir el número de mamadas por día (se pasa, por ejemplo, de 4 a 3 biberones por día); después de cada mamada, se pone a disposición de los gatitos un comedero con alimento sólido humedecido con leche maternizada. Durante la semana que se eligió para el destete (alrededor de la 5ª semana de vida), el alimento sólido se pone a disposición de los gatitos antes de administrar el biberón. Según el gatito, todavía pueden ser necesarios 1 ó 2 biberones por día; el peso del gatito dicta la ley y siempre debe aumentar. Progresivamente se aumenta la cantidad de alimento que se les deja a su disposición entre dos comidas, primero en forma de papilla líquida, luego impregnado el alimento sólido con cada vez menos leche y reemplazando paulatinamente la leche por agua. Al final de la semana, se humedece el alimento sólido sólo con agua. El destete, si bien debe ser realizado de manera progresiva, no debe durar demasiado tiempo. Su preparación comienza a partir de la 4ª ó 5ª semana de vida y debe estar completamente terminado a las 7 semanas, para permitirle a la madre que se recupere de este período delicado para su organismo.
En ciertas circunstancias puede ser necesario efectuar un destete muy precoz, hacia la 4ª ó 5ª semana de edad (gatitos huérfanos, peritonitis infecciosa felina, etc.). Si se lleva a cabo correctamente y se alimentan los gatitos con cuidado, este destete tiene poca incidencia sobre los gatitos más resistentes, pero la morbilidad (número de gatitos enfermos) puede aumentar entre los gatitos más débiles, principalmente en caso de subalimentación. El destete es un mal necesario dentro del ciclo de la vida. Constituye no sólo un paso obligado hacia la independencia de los gatitos sino también un período de estrés intenso para las crías. Por lo tanto, debe ser practicado con el mayor cuidado posible.
Dr. Roberto Serviddio